Los del Ventorillo han encarnado una carrera de vértigo. 2.20 ha durado el tercer encierro de San Fermín en el que los seis toros, que gozaban de una impresionante estampa, han ido muy agrupados desde el final del tramo de Santo Domingo. En la curva de Mercaderes-Estafeta se ha vivido uno de los momentos más peligrosos cuando un mozo ha enfilado el tramo por la parte interior del mismo junto a la manada.
Difícil ha resultado coger hueco a los corredores debido a la unidad de toros y bueyes, que se han disgregado al final de Telefónica para entrar a la plaza.
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