Reportaje: Los taurinos de Almassora, ‘en regla’

Informa: Patricia Rodríguez

Foto: Vicente Arenós

“Lorito” saldrá a la Vila de Almassora un día marcado por el azar entre el 14 y el 21 de mayo de 2011. Aficionats al Bou no se ha dormido en los laureles y ha hecho suyo un ejemplar de Salvador García Cebada con la finalidad de exhibirlo en las próximas fiestas de Santa Quiteria. Sin embargo, con esta adquisición también se da inicio a un camino repleto de trámites administrativos que Aficionats, al igual que las restantes peñas patrocinadoras de un astado en la localidad, deberá cumplir para hacer realidad que su toro, marcado con el número 15 y el guarismo 5, se adueñe de las calles del casco antiguo.

La vida del toro de lidia alcanza su punto álgido al mismo tiempo que su punto y final, con su exhibición, en este caso, en un festejo de bous al carrer. Así, tras la elección del ejemplar para tal fin, bien en la finca de origen o en un cebadero, se firma el contrato de compra-venta en el que quedarán estipulados los datos del vendedor y del comprador, los de la res en cuestión y las declaraciones del ganadero. Cabe señalar, en este sentido, que el modelo utilizado por los miembros de la Asociación de Peñas Taurinas de Almassora (APTA) hará constar, a partir del 2011, que “la res tendrá que ser sacrificada inmediatamente después de ser exhibida en las citadas fiestas (máximo 48 horas)”, para evitar hechos como el denunciado por la peña El K-Nut que responsabiliza a una ganadería de revender el toro que exhibieron en 2009 en lugar de sacrificarlo.

DOCUMENTOS // Asimismo, y según han informado fuentes del APTA, junto al contrato son imprescindibles para dar lidia a un toro en Almassora la fotocopia del Documento de Identificación Bovina (DIB) del toro; el certificado de nacimiento de cada res; la declaración del ganadero en la que se haga constar que su ganadería y todas las reses participantes en el festejo están debidamente inscritas en el Libro Genealógico de la Raza Bovina de Lidia; así como que no han sido lidiadas o corridas en otros espectáculos; la declaración sobre el traslado; y un certificado de cualificación sanitaria de la explotación ganadera en la que está inscrito el toro

En el caso de Almassora, las peñas deben hacer entrega de estos documentos al Ayuntamiento de la localidad en un plazo estipulado anterior a los festejos taurinos para que éste realice los trámites pertinentes ante la Conselleria y que el toro pueda ser exhibido en la calle.

Asimismo, y según fuentes ganaderas, días antes del embarque del toro del campo al lugar de exhibición, debe realizarse una guía del traslado del animal en la que se registran los datos, la finca de la que sale y el matadero al que irá destinado para su sacrificio.

SACRIFICIO // Tras la exhibición vespertina del astado y su posterior embolada, deben llevarse a cabo las gestiones del matadero. En este punto, algunas peñas, como puede ser el caso de la ACT Aficionades Taurines, optan por quedarse la carne del astado y venderla a kilos entre las socias; mientras que otras pactan previamente con el ganadero o con el matarife la cesión del animal para que sean éstos quien lleven a cabo las gestiones pertinentes para su sacrificio.

En todo caso, y según las fuentes consultadas, el matadero, tras sacrificar al toro, debe comunicar su muerte a la Oficina Comarcal Agraria (OCAPA) correspondiente con la finalidad de eliminarlo del Registro de Especies Ganaderas (REGA).

Tras la denuncia efectuada por la peña El K-nut la Asociación de Peñas tenía previsto consensuar en la reunión que celebraban ayer miércoles por la noche exigir a todas las peñas patrocinadoras que, a partir de las próximas fiestas de mayo, presenten el certificado de sacrificio del toro tras su lidia, tal y como manifestó su presidente, Juan Luis Marín.

Con este último trámite, que se suma a todos los requisitos cumplidos con anterioridad, los taurinos de la localidad pretenden velar por la integridad de la fiesta del bou al carrer en el municipio y blindarla del fraude.