3/03/2009

El d'Artagnan del toreo


Informa: Patricia Rodríguez


El toreo también tiene su d’Artagnan. Falta le hace. El mundo del toro, tan dado a envidias y rivalidades, fue uno demostrando que cuando se quiere, se puede. Y es que el domingo todos fuimos mosqueteros, todos fuimos Adrián.

La plaza de toros de Vistalegre colgó el cartel de no hay billetes para apoyar a Adrián Gómez, el banderillero tetrapléjico tras ser volteado en una corrida, durante un merecido homenaje en forma de festival. Una ovación de más de cinco minutos arropó a Adrián que, acompañado de su mujer y de su hermano, agradeció al público desde los medios las numerosas muestras de cariño recibidas.

Junto a él, siete mosqueteros sobre el ruedo dispuestos a torear con el corazón, con el alma, por Adrián. Y así transcurrió la matinal en Vistalegre, con arte, con emoción contenida… y también con trofeos, aunque eso fuese lo de menos.

Abrió plaza el rejoneador Diego Ventura que deleitó al público con una faena que fue premiada con dos orejas y en la que utilizó cinco de sus caballos. Destacar la nobleza de su novillo.

Expectación también por la reaparición del maestro José Miguel Arroyo ‘Joselito’ quién recibió a su novillo colorao con verónicas de época y estuvo variado con el capote. En la muleta se lució por el pitón derecho y tuvo un pequeño susto cuando lo intentó por el izquierdo. Mató tras un pinchazo y fue premiado con las dos orejas.

El Fundi, promotor del acto y a cuyas órdenes fue Adrián la temporada pasada, se recreó con el ejemplar del Ventorrillo al que supo llevar por ambos pitones en su faena de muleta. Recibió dos orejas tras aviso.

El valenciano Enrique Ponce no pudo lucirse con un novillo de su propia ganadería. El de Chiva estuvo por encima de las posibilidades del novillo y demostró que es capaz de sacar agua en el desierto. Mató con una media estocada y fue premiado con un apéndice.

La histeria colectiva llegó con Morante, que respondió al público poniendo tres pares de banderillas. El arte, el duende, apareció en la faena de muleta donde supo llevar al noble novillo de La Campana que fue a más y al que mató tras una media estocada. Paseó dos orejas.

Variado con el capote estuvo Julián López El Juli. El madrileño realizó una faena rotunda con buenas fases de toreo al natural a un novillo negro de Daniel Ruiz. Fue premiado con dos apéndices.

A descatar la actuación del novillero Cristian Escribano, que debutaba con caballos. Recibió a su novillo por gaoneras y ha dejado buenos detalles en su faena de muleta. Le concedieron una oreja.

Al final, más aplausos, más emoción y una consigna callada: Todos para uno y uno para todos.

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