Informa: Patricia Rodríguez
Fotos: www.mundotoro.com
Nos supo a poco lo que se coció ayer en el coso de Pérez Galdós. Y eso que se suponía que los ingredientes eran de primera y para todos los gustos. Pero ayer, a lo poco que nos dejaron comer, le faltó ese punto, un no sé qué un qué se yo, que convierte un simple plato en un manjar.
Los toros pertenecientes a los tres hierros de Manolo González no tenían sabor picante, más bien sabían a canela en algunas ocasiones y a orégano en otras. Condimentos que en algunos guisos no necesitaban los matadores y que en otros tampoco supieron utilizar.
Manuel Jesús ‘El Cid’ no se puso el delantal hasta el cuarto toro y se empeñó en hacer un gazpacho andaluz. Tras el puyazo, ‘Borrascoso’ se dejó hacer y ‘El Cid’ comenzó dar pases por el pitón izquierdo. La faena fue a más por el derecho, con un toreo ligado, de calidad. Tras una estocada tendida e incontables descabellos, lo que iba a ser un gazpacho de maestro se quedó en uno de tetrabrik. Con el que abría plaza, noble pero escaso de fuerzas, realizó una faena sin transmisión de la que sólo cabe destacar la estocada.
José Mari Manzanares como buen alicantino apostó por la paella. Con el tercero de la tarde, que fue a más en la muleta, realizó un sofrito de clase, arqueando figura y dando recorrido a la embestida por el pitón derecho, donde se vieron muletazos con temple y torería. No tenía el animal las mismas condiciones por la izquierda y una media estocada le privó de terminar un buen menú. Con el sexto de Manolo González, colorado salpicado, tuvo buenos momentos con el capote pero su escasez de fuerzas hacía imposible hacerle nada con la franela.
A David Fandila ‘El Fandi’ le pidieron el postre y el granadino empezó a añadir azúcar con su variedad capotera y su siempre espectacular tercio de banderillas, pero ‘Costabrava’, se dejó la segunda parte del nombre de camino a la plaza y la faena de muleta se quedó en nada. En el cuarto cambió el azúcar por la sal tras e incluso falló en un par de banderillas.
Los toros pertenecientes a los tres hierros de Manolo González no tenían sabor picante, más bien sabían a canela en algunas ocasiones y a orégano en otras. Condimentos que en algunos guisos no necesitaban los matadores y que en otros tampoco supieron utilizar.
Manuel Jesús ‘El Cid’ no se puso el delantal hasta el cuarto toro y se empeñó en hacer un gazpacho andaluz. Tras el puyazo, ‘Borrascoso’ se dejó hacer y ‘El Cid’ comenzó dar pases por el pitón izquierdo. La faena fue a más por el derecho, con un toreo ligado, de calidad. Tras una estocada tendida e incontables descabellos, lo que iba a ser un gazpacho de maestro se quedó en uno de tetrabrik. Con el que abría plaza, noble pero escaso de fuerzas, realizó una faena sin transmisión de la que sólo cabe destacar la estocada.
José Mari Manzanares como buen alicantino apostó por la paella. Con el tercero de la tarde, que fue a más en la muleta, realizó un sofrito de clase, arqueando figura y dando recorrido a la embestida por el pitón derecho, donde se vieron muletazos con temple y torería. No tenía el animal las mismas condiciones por la izquierda y una media estocada le privó de terminar un buen menú. Con el sexto de Manolo González, colorado salpicado, tuvo buenos momentos con el capote pero su escasez de fuerzas hacía imposible hacerle nada con la franela.
A David Fandila ‘El Fandi’ le pidieron el postre y el granadino empezó a añadir azúcar con su variedad capotera y su siempre espectacular tercio de banderillas, pero ‘Costabrava’, se dejó la segunda parte del nombre de camino a la plaza y la faena de muleta se quedó en nada. En el cuarto cambió el azúcar por la sal tras e incluso falló en un par de banderillas.
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