12/15/2015

Opinión: El arte no tiene miedo

Por Patricia Rodríguez 
"Cuando uno elige jugarse la vida, también tiene el derecho de elegir otras cosas". Pocos derechos, de los que reivindica José Tomás, les quedan hoy a los toreros y, muchos menos, a los taurinos. Cómo me hubiera gustado vivir aquellas épocas en las que los matadores y sus cuadrillas eran héroes de la sociedad. La que hoy no los respeta ni vivos ni muertos. Véanse las pintadas a los monumentos de Curro Romero y Manolo Montoliu. Manchando no solo una estatua, también la memoria del que vivió por el toro y murió por él.
¡Pero qué sabrán ellos! Esos que se proclaman amantes de los animales, que encabezan una lucha para que no los maten en una plaza pero que, a la par, piden que se rescindan las subvenciones de la Unión Europea para las tierras en las que se crían. ¡Qué sabrá ese grupo de hipócritas! Bien organizados, eso sí, trabajan por imponer su dogma al tiempo que temor entre los aficionados. A los que obligan a no perderle la vista al toro por si uno se tira al ruedo (con el astado muerto, claro) o por si a otro le da por encadenarse al pilón (con el animal en el cajón, por supuesto) al objeto de impedir un espectáculo legal.
Actos que dan muestra de que aquellos que piden respeto para los animales no lo tienen para con las personas. Les faltan valores, los que se enseñan en las escuelas. También en las de tauromaquia. “Escuela de valores” las rebautizó un maestro. Y quizá sea realmente por eso por lo que quieren erradicarlas. Han atacado ya la de Madrid. Y han pinchado en hueso. Políticos que no gobiernan para el pueblo, más bien para ellos mismos y sus votantes. Políticos que tapan una sociedad podrida con la tauromaquia como cabeza de turco.
Pero el pueblo, la Comunitat Valenciana y más Castellón, quiere toros. Quiere “bous al carrer”. Una afirmación avalada por los 8.500 festejos populares celebrados en la autonomía durante la presente temporada, según fuentes de la Federación de Peñas Taurinas de Bous al Carrer de la Comunitat Valenciana. Sin embargo, las noticias que salen desde los Ayuntamientos son prohibiciones, permisos denegados, aumentos de trabas y consultas populares.
La fiesta taurina está siendo vapuleada desde las últimas elecciones municipales. Pero la democracia ofrece nuevas oportunidades. La próxima el 20-D de 2015. Difícil votar pensando en la afición en un mundo con tantos problemas y familias con las necesidades básicas sin cubrir. Pero en la mano tenemos una papeleta para hacernos oír, igual que lo hicieron más de 10.000 personas en la manifestación de Castellón 15F. No somos pocos ni tenemos miedo. Porque, señores, el arte no tiene miedo.
*Artículo publicado en el Anuario Bou per la Vila 2015.

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