5/19/2008

Los de Vaz Monteiro se estrenan en un encierro muy rápido y peligroso




17/05/08
Crónica encierro de Almassora
6 toros de la ganadería de Rita Vaz Monteiro
Pequeños y de grandes cornamentas



Informa: Patricia Rodríguez
Fotos: Sara Fructuoso


Y estalló el segundo cohete. Apenas habían pasado dos minutos desde que la pólvora diera permiso a los seis cerriles de Vaz Monteiro para salir de los corrales, cuando los toros lusos culminaron su puesta de largo en un encierro. Vingador, Zorro, Felini, Hortaliça, Botija y Vencedor protagonizaron una carrera limpia a la que imprimieron peligrosidad y otorgaron el título de la más rápida de la historia de los encierros de Almassora. Una historia que empezó a escribirse en octubre de 2006.


Eran las ocho en punto de la mañana cuando los pura casta portuguesa, arropados por la manada de cabestros, salieron de los corrales situados en la plaza de la iglesia y enfilaron por la calle San Joaquín que, como ya es tradicional, suele ser el tramo que congrega un menor número de corredores. Ya desde un primer momento, uno de los astados se puso en cabeza guiando al resto de la torada que se mantuvo agrupada.

A su llegada al Raval la manada se estiró permitiendo que los cientos de aficionados que se congregaban en este punto del recorrido de 586 metros pudieran “coger toro”. Los ejemplares del legendario hierro portugués, pequeños y de grandes cornamentas, no escondieron su carácter primigenio dando derrotes y buscando a los corredores que osaban ponerse cerca de sus astas.

Así, a la entrada de la calle Alcora, la gran velocidad del líder de la manada hizo que resbalara contra el vallado. A partir de este punto los de Vaz Monteiro continuaron la carrera muy disgregados con dos toros en cabeza, seguidos de otros tres y un último cerrando la manada.

Tras su entrada en la calle San Vicente, toros y corredores se fundieron en un conjunto armónico que propició bonitas carreras en la cara de los toros, pero también varias caídas debido a la masificación, entre ellas la del embolador local Gonzalo Izquierdo quién utilizó su dilatada experiencia para sortear la embestida de uno de los morlacos.

Los astados entraron en la plaza mayor donde, con ayuda de los colaboradores taurinos, entraron en los chiqueros situados en los bajos del antiguo ayuntamiento, poniendo fin de este modo a un encierro que consiguió congregar a más de 6.000 personas hasta el municipio.

A pesar de que los toros hablaban portugués el parte de heridos, en el que no se registró ninguno por asta de toro y tan sólo fueron atendidas diversas personas por traumatismos, corroboró el buen entendimiento entre ambas partes.

Por último, dar la enhorabuena a las cuatro peñas patrocinadoras K-nut, Kelly, Tots Tancats y T’empujen por el resultado de este encierro y por la elección de unos toros calificados de difíciles para la lidia por tratarse de ejemplares duros, listos y con gran mansedumbre, pero cuyo resultado para este tipo de espectáculo sorprendió a los más experimentados corredores. Para las fiestas de octubre ya se espera el quinto y, como se dice en el argot taurino, no hay quinto malo.

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