Vídeo: TV Onda
Crónica: Patricia Rodríguez
Toda decisión tiene sus consecuencias. Alguna vez si hubiéramos sabido que nuestra elección iba a tener tal o cual repercusión nos hubiéramos quedado 'quietecitos' tal que piedras. Pero, de momento, aún no hay ninguna aplicación que nos diga que si hago esto pasará aquello. ¡Todo llegará! Ayer viernes el invento hubiera sido un éxito de descargas en Onda con motivo del segundo encierro de la Fira con toros de Jandilla.
18 minutos después de que las carcasas anunciadoras dieran salida a la manada, se conseguía encerrar al último toro en los chiqueros del Raval de Sant Josep. Lo que pasó en dicho tiempo fue un cúmulo de circunstancias, de acciones erróneas y también de pruebas del destino, que condicionaron la carrera financiada por Guarismo 2. A las 12:01 horas el cerrojo de los improvisados chiqueros de Sant Pere se le resistía a uno de los patrocinadores. ¿Sería una señal?
Con el portón ya de par en par, cuatro ejemplares enfilaron el recorrido con los cabestros mientras dos se quedaban mirando las 'musarañas'. Un hecho que repercutió en el desarrollo del encierro al salir la torada dividida, con dos toros prácticamente independientes en la cola. Estoy segura que de consultar en la 'APP sabelotodo' hubiera prohibido la salida en dichas condiciones. "Prohibido abrir la puerta", hubiera aparecido en la pantalla del móvil.
Sin el 'cacharrito' a mano, los cuatro primeros ejemplares llegaron a La Safona. A algunos de los que se encontraban en los cadafales les hubiera podido decir, la aplicación o el que fuera, que no citaran a los toros. Lo mismo que a los que decidieron hacerles quiebros en la calle San Miguel en un encierro que por la colocación de salida de los seis astados tenía peligro por sí solo. A una distancia considerable aparecieron los dos rezagados. Así se mantuvo el panorama por la calle del Carmen hasta llegar a la curva de Cervantes, en la que pasó de todo.
Fue en dicho punto en la que, por su cuenta y riesgo, el jabonero (número 42) puso pies en polvorosa e hizo en solitario los últimos metros del recorrido sin causar ninguna molestia. A este le siguió la manada con tres ejemplares. Pero mientras, en la curva se vivieron momentos de tensión cuando un toro arrolló a uno de los pastores al intentar guiarlo y, además, dos intentaron tomar las de 'villadiego' por donde habían venido.
Por fin en Ecce-Homo, calle destinada a grandes carreras de los corredores más experimentados, también se volvió a 'rodar' a uno de los toros sueltos. "Los toros son para correrlos", hubiera alertado la aplicación. Con la llegada de estos ejemplares al Plà y otros al Raval se vivieron los momentos de mayor tensión tanto. Las imágenes de la barrera humana formada por los pastores para evitar el paso de los Jandilla a la inversa recordó a las que se retransmiten cada mes de julio desde Pamplona.
La anarquía más absoluta se vivió en el callejón de unión entre ambas plazas en las que, en varias ocasiones, dos toros arremetieron contra un tercero. Alrededor de los 10 minutos de carrera, cinco de los seis animales entraron en los corrales gracias al empeño de pastores y aficionados. Solo uno negro, que se había llevado la peor parte, quedó tendido a la entrada del Plà y tuvo que se enlazado por Kiko ya frente a la puerta al resistirse a entrar. Onda echaba el cerrojo a la odisea casi 20 minutos después de 'desencerrojarla'. ¡Cuanta falta hace la APP!
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