Informa:
Patricia Rodríguez
Fotos: Periódico Mediterráneo (Gabriel Utiel)
Otro
siete de octubre, festividad de la Virgen del Rosario, patrona de Almassora, la
fiesta taurina tocaba a difuntos. "El día
que falte Antonio Bienvenida vendrá la decadencia de la fiesta",
predijeron. 38 años después de aquella 'retirada', el mundo del toro sigue
capeando un futuro incierto embestido por decisiones políticas y movimientos
contrarios. Y algunos se remiten al augurio, al sino.
Almassora
brindó al cielo la segunda tarde de "bous al carrer" del Roser. Gesto
torero en recuerdo del maestro Bienvenida, acusado de “enemigo de la fiesta”
por denunciar el fraude existente en su época. Sin embargo, lo que ha transcendido décadas después ha sido su arte, con tardes memorables y
otras de sonados fiascos.
En esa
escala de grises que existe entre la gloria y el fracaso se movió la exhibición
de los dos astados de Fuente Ymbro y Espantalobos acartelados en lunes
laborable. Dos divisas de reciente creación, lejos de los muletazos de la
dinastía, cuyo nombre atrajo hasta al recinto taurino una mayor afluencia de
aficionados que la tarde de apertura de feria.
Abrió
plaza el Fuente Ymbro patrocinado por las peñas El Corb, Clafidors, Tots
Tancats y l’Embolic, al que esperó paciente César Palacios, que estas fiestas
aún no se había puesto frente al portón del miedo. “Inmenso”, marcado con el
número 206 y de color negro listón, no le permitió el lucimiento al recortador
local y se fue hacia los ‘cadafals’ en busca de salida. Se esperaba más del
astado gaditano -reseñado por Ricardo Gallardo para el desafío de Málaga-, que
correteó por las calles sin maldad y dejó arrancadas a última hora en la plaza
de La Picaora, donde embistió contra los cabestros.
“Dijero”
tenía toda la confianza de sus patrocinadores, Barrilet, Penjats, Gavell y Retiro,
tras los éxitos cosechados con el hierro de Espantalobos en las pasadas fiestas
de Santa Quiteria. De hecho, el grupo recibió en los minutos previos a las
18.00 horas, hora taurina en Almassora, los trofeos de Mejor Embolada y
Mejor Salida de "Chiringo", otro ejemplar propiedad del ganadero
Manuel Ángel Millares. Astifino y con buena presencia, salió a la plaza
Mayor donde fue recibido por Borja, que incluso tuvo que buscar refugio en las
talanqueras al salir de la rodada. El animal, de color negro y marcado con el
número 164, se mostró codicioso rematando en los cadafals a su llegada a La
Picaora y tuvo movilidad, resistiéndose a volver a los chiqueros de Ca la Vila.
La dinastía Bienvenida "resucitaba" el pasado julio de la
mano de Gonzalo, nieto de Antonio, en un debut junto a Pepe Luis Vázquez, nieto de Pepe Luis. La fiesta taurina tiene muñecas para cambiar su destino.
*Mi crónica en el Periódico Mediterráneo:
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