Información e imágenes: Patricia Rodríguez
Dicen que cuando uno se va
haciendo mayor, el tiempo pasa más deprisa. Ese paso del tiempo sin medida se
hizo patente sobre el ruedo de Veo en la apertura de la temporada taurina
castellonense. El relevo generacional, inevitable entre los vecinos de esta
pequeña pedanía, se observó también ante el toro. Sin acto de alternativa ni cortes
de coleta, sobre los adoquines de las calles que dan forma al recinto taurino
se situó una nueva hornada de rodadores frente a los ya clásicos, que ocuparon
un segundo plano.
“Filibustero”, con el
hierro de Sánchez de Ybargüen, cumplió el sábado 11 de enero, a las 17.00 horas,
con la tradición taurina de Veo, que implica exhibir un toro que sabe a pasado
pero mira al futuro. El animal, marcado con el número 63 y guarismo 8, fue
recibido por un joven aficionado de Onda en la plaza y respondió bien a los
cites que le ejecutaron durante los 20 minutos de lidia, destacando entre la
savia nueva a Dani, de Onda. Si ante los rodadores se mostró noble, el picante
lo sacó con el mobiliario del recinto, ensañándose con la papelera de la
fachada del bar y con una pequeña palmera para sorpresa de los cientos de espectadores que acudieron a la cita.
La tarde continuó con el
ganado desembarcado por El Pincho en los corros de Veo, que recorrió las
callejuelas divirtiendo a los aficionados; sin embargo, cabe destacar la actuación de una vaca marcada con el hierro de
Miguel Parejo que abrió la tarde a las 16.30 horas. La colorada apretó a los
rodadores que le hicieron frente, como David “El Cuchillo” o José Luis Miralles,
al que rozó con el pitón en la espalda. La embolada de un toro de corro y del
cerril, a partir de las 23.00 horas, clausuraron la esperada jornada.
PRIMER TORO CERRIL // El tradicional
“Dia del Bou” comenzó a las 13.00 horas con la entrada y prueba de vacas, si
bien los actos taurinos que la población celebra en honor a Sant Marcel, Sant
Antoni y el Santissim Crist de la Sed fueron más madrugadores en la presente
edición. Así, Veo exhibió el primer cerril del año en la provincia de Castellón
la noche del viernes 10 de enero, ya madrugada del sábado, cuando otro Sánchez
de Ybargüen fue directo a pilón. A la embolada de este ejemplar, le precedió la
de una vaca de Hermanos Zorrilla.
Tras el desmontaje de barreras, Veo volvió el domingo a la vida callada en pleno paraje de la Serra d'Espadà. Dentro de un año será el momento de comprobar la evolución de los 'toricantanos'. Una buena excusa para volver a abrir chiqueros.
Nota: Gracias a la Comissió
de Festes de Veo y a los vecinos por el esfuerzo para hacer posible que Veo viva, un año más, su
tradicional dia del bou.