Informa: Patricia Rodríguez
Dejar ir no era una opción. Quizá sí, pero la más cobarde cuando algo importa. Lo tuvieron claro ayer Rafa Lorite y Raúl Robles "Raulillo", los dos 'rodaors' encargados de recibir a los dos toros anunciados en la segunda tarde taurina de las fiestas de Santa Quitèria de Almassora.
Rafa deseaba que le llegara ese momento desde octubre. Siete meses. Una eternidad en estado de espera. Por eso, cuando salió "Gorrazo" de los chiqueros de Ca la Vila el de la peña El K-Nut no estaba dispuesto a que se le escapara el de La Palmosilla. Lo intentó hasta en dos ocasiones a escasos metros de los cadafals de la parte derecha de la plaza Mayor, donde se vio obligado a refugiarse. Y así, con el intento el animal aportado por las peñas Els Vint, La Brusa, La Colla, Els Casats, l’Aberració, El Garbo, Bufa la Gamba, La Galbana, l’Estocà, El Roser y La Tribu. El que hace lo que puede no está obligado a más. Ya en La Picaora Patricio y Richard lo citaron al quiebro con la chaqueta, del que salía suelto.
Raulillo, que ya había vivido el momento un día antes, se había ganado a cuerpo limpio recibir a "Maravilla", financiado por la peña El Caragol. El ganador del trofeo al Mejor Recorte de Salida del pasado octubre tampoco desistió con el de Torrestrella para darle una serie de rodadas de recibo. Lo consiguió y así se vieron las cualidades del astado, que tuvo movilidad, pero también trabajó en las plazas. Tras su paso por la calle San Vicente volvió a la plaza Mayor donde tuvo buenos momentos a la rodada, al igual que en La Picaora, donde fueron a buscarlo los cabestros.
La tarde taurina se prolongó con la suelta de las vacas de la ganadería El Saliner. Precisamente el ganado de corro fue el gran protagonista de la matinal con la entrada y prueba de reses de la ganadería Germán Vidal, de Cabanes, que estuvo a un gran nivel, destacando a Jordi Cubertorer y Julián Marín a la rodada, en La Picaora.
* La crónica en el Periódico Mediterráneo:
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