Informa: Patricia Rodríguez
Foto: www.torodigital.com
La tauromaquia y la literatura se miran de frente y
por derecho. Ninguno de los dos artes es ajeno al otro. Una retroalimentación de
la que han bebido toreros y escritores, artistas todos. La Pascua Taurina de
Onda retomó ayer el Concurso de Ganaderías en el Día del Libro. Se presentaba
el hierro de Hermanos Benavent en la jornada del ‘postureo literario’, “de los
que leen un día al año”, que diría una amiga mía. A lo que otra, seguro, le respondería:
“Lo importante es que lean, no importa cuánto ni qué”.
La acusación de ‘postureo’ también está presente en el
mundo del toro. De los que solo van a la plaza a ver a los toreros o a dejarse
ver, de los que ‘ruedan’ para su lucimiento personal, de los que únicamente lo
hacen para salir en la foto. Haberlos, haylos. Y ante todas esas acusaciones contestaría la susodicha, que tiene para todo: “Lo importante es que vayan a los toros”.
Cierto. ¿Quiénes somos nosotros para juzgar a nadie? Lo máximo que podemos
pedir es respeto y tenerlo. Respeto en todos los sentidos.
Como un lector que se pone por primera vez ante un
libro, los aficionados tomaron posiciones para ver qué ofrecía el corro del
ganadero de Quatretonda. Le gustó la prosa de “Pantera” a Wisy, de Onda, que la
rodó con buenas maneras en dos ocasiones antes de que volviera a corrales sin
tocar obstáculo. “Religiosa” salió directa al banco y fue rodada en múltiples ocasiones,
si bien lo más destacado lo dejó Javi Edo, de Nules, como uno de esos pasajes que recuerdas mientras sigues leyendo. Nada dijo “Capuchina”,
que precedió al toro “Ventolero” que subió en tres ocasiones a la pirámide y
con el que ajustó al quiebro Adrián Pérez, de Borriol. Campeón del Concurso de Recortadores
de Magdalena, por cierto.
La importancia de leer desde pequeños también tiene su razón de ser en los "bous al carrer", hacer cantera. Las suertes ejecutadas por los menores ante los
carretones durante el descanso causaron más reacción en el tendido que “Extranjera” y la archiconocida
“Niebla”, con mis respetos a Adrián, que de nuevo citó frente a tablas para
quebrar. Más de uno hubiera cerrado el libro, falto de argumentos para seguir
con la lectura, cuando apareció “Campesina” que sin ofrecer letras de Nobel si
invitó a seguir pasando páginas. Hasta en ocho ocasiones, contadas, coronó la
pirámide en los 10 minutos reglamentarios -algunas ya por costumbre-, dando un susto a un aficionado y
saltar al tablao, donde fue trabajada.
Tras el Día del Libro y la actuación de Benavent, puede
que muchos no vuelvan a tener en sus manos un libro (hasta dentro de un año,
recuerden) o que no vuelvan a los toros. Pero quizá a alguien le pique el
gusanillo y busque otro libro, u otra tarde de vacas, por aquello de "a ver si hay más
suerte". Eso es lo importante.
Puntuación
Pantera 14’70
Religiosa 21’25
Capuchina 8’20
Toro Ventolero 18’75
Extranjera 11’90
Niebla 12’50
Campesina 25
TOTAL 112’30
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