Por Patricia Rodríguez
Seis sevillanos por las calles de Pamplona en plenos sanfermines no pueden ser sinónimo más que de 'jarana'. Aunque si se apellidan Miura igual la cosa cambia... En el segundo encierro de las fiestas se han oído más 'ays' que risas en un recorrido que los seis ejemplares de Zahariche han realizado en 2' 26" a punta de 'navaja'. Y es que el número 20, de nombre 'Navajito', le ha echado un pulso a los mozos y también al santo patrón, cuyo capotillo debe ser resistente a los derrotes con 'arma blanca' a juzgar por el parte de heridos de hoy (ninguno por asta). Eso, o es que los milagros sí existen.
El ejemplar, con dos desarrolladas defensas, se ha eregido como líder de la manada desde final del Santo Domingo, sembrando el pánico en los más de 800 metros que separan los corrales de la plaza. Un peligro que ha quedado patente desde Mercaderes, donde ha arroyado a los primeros mozos por la parte derecha. La misma imagen se ha repetido a pocos metros de la curva donde hoy la irresponsabilidad no tenía identidad conocida pero sí imagen, la de un joven de negro que se ha quedado parado en dicho punto. ¡Ave María Purísima!
En Estafeta, abarrotada de mozos en la matinal dominical, el protagonismo de Navajito se ha visto minado por grandes corredores a la par que atletas que le han aguando el ritmo entre pitón y pitón. A sus espaldas la torada se ha mantenido compacta pero con suficiente espacio para que otros privilegiados hayan cogido toro. Con los Miura en los corrales, sólo quedaba mirar al cielo... Hay cosas que no tienen explicación en la tierra.
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