10/24/2015

Crónica encierro Tapatana (Carlos Núñez) Fira d'Onda: Saber esperar

Informa: Patricia Rodríguez
En la vida hay que saber esperar. Difícil cuando a uno se le acelera el pulso ante algo o alguien. Ayer, en Onda, ante los toros de La Tapatana, que acapararon toda la atención a partir de las 12.00 horas e incluso antes. Porque la cita con el segundo encierro de cerriles de la Fira d'Onda 2015 era más que una cita cualquiera.
Aguardaban su presencia los más de 50 miembros de la peña Guarismo 2, a los que cabe reconocerles el mérito de implantar los encierros de cerriles en la población y asentarlos en el territorio de la Comunitat Valenciana. Una gesta que materializaron hace 14 'firas' y que ayer engrandecían aportando seis toros de Carlos Núñez a la población, cuyas calles recorrieron previamente en pasacalle junto a la reina y dama de la Fira.
Supieron esperar muy bien en corrales. Más de un minuto aguantaron a toros y cabestros en la segunda puerta del camí Castelló al resistirse alguno a enfilar el estrecho vial. Conseguido el objetivo se abrió el portón y el contador se puso de nuevo a cero mientras los cabestros arropaban a Azulado, Rompebolsos, Borrachito, Cumbreño, Fullero y Admirado de camino a la Safona. Todo ante miles de ojos y piernas.
En esta zona de 'cadafals' se puso un toro ya por delante. La torada se estiró en la calle San Miguel con los ejemplares por parejas y abiertos, lo que causó algún susto entre los aficionados que se situaron encima de la acera derecha. La misma tónica siguieron a su paso la calle del Carmen y tomar la curva, este año con menos corredores.
Los de pantalón blanco y camisetas de colores les esperaban sobre el asfalto de la calle Ecce-Homo, con la manada partida y algún inconsciente al que le echaron el capotazo divino. Cuatro toros tiraron por delante en el Plà y así llegaron al Raval de Sant Josep a los 1'47'' seguidos de sus dos hermanos. Un tiempo que se prolongó hasta los 2'28'', cuando los seis Núñez entraron a corrales. Y todos se dieron cuenta de que había valido la pena la espera. Aunque, a veces, desesperemos mientras tanto.
*La crónica en el Periódico Mediterráneo:

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