Información y fotos: Patricia Rodríguez
Puçol abrió su temporada taurina con toros de lámina. La festividad de Sant Joan forzó el descanso de la Setmana Taurina el miércoles 23 de junio y trasladar así los actos taurinos del recinto de cadafales a las calles del centro de la localidad.
La jornada comenzó con un encierro matutino por las calles Sant Miquel y San Joan, al que se adherió, como novedad, la suelta de dos capones de la ganadería local El Saliner.
Con menos afluencia de público de lo habitual, alrededor de las 18.00 horas y con la puntualidad marcada por la conexión en directo con un programa de Canal 9, se dio suelta al burraco de Hato Blanco que, poco después de realizar una vibrante salida se lesionó.
Estampa y juego es lo que sí ofreció el castaño de Torrehandilla que fue exhibido en segundo lugar. Tuvo un buen comportamiento respondiendo a los cites de los muchos recortadores que sí acudieron a Puçol y eso le pasó factura al final de su lidia vespertina.
Para concluir la tarde se dio suelta a un ejemplar de El Pizarral que pasó sin pena ni gloria por las calles del recinto -cabe destacar que en esta edición muchas de ellas contaban con arena-.
Los actos taurinos continuaron con la embolada de tres cerriles de las ganaderías Los Azores, José María Barral y Torres Gallego, así como el Torrehandilla de la tarde.
La jornada comenzó con un encierro matutino por las calles Sant Miquel y San Joan, al que se adherió, como novedad, la suelta de dos capones de la ganadería local El Saliner.
Con menos afluencia de público de lo habitual, alrededor de las 18.00 horas y con la puntualidad marcada por la conexión en directo con un programa de Canal 9, se dio suelta al burraco de Hato Blanco que, poco después de realizar una vibrante salida se lesionó.
Estampa y juego es lo que sí ofreció el castaño de Torrehandilla que fue exhibido en segundo lugar. Tuvo un buen comportamiento respondiendo a los cites de los muchos recortadores que sí acudieron a Puçol y eso le pasó factura al final de su lidia vespertina.
Para concluir la tarde se dio suelta a un ejemplar de El Pizarral que pasó sin pena ni gloria por las calles del recinto -cabe destacar que en esta edición muchas de ellas contaban con arena-.
Los actos taurinos continuaron con la embolada de tres cerriles de las ganaderías Los Azores, José María Barral y Torres Gallego, así como el Torrehandilla de la tarde.
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