Informa: Patricia Rodríguez
Foto: www.las-ventas.com
“Voy a volver a torear. Si me apoyáis bien y si vosotros no me apoyáis también. Es una decisión mía que necesito
interiormente”. Así le comunicó el torero Diego Lleonart
(Castellón, 21 de agosto de 1988) a su hermano su intención de volver a
ponerse delante de un toro después de cinco años apartado de los ruedos. Una
decisión que tomó forzado por las circunstancias.
Recuperado “al cien por cien” de
la cornada que le dio la vida en forma de enfermedad, Lleonart ha vuelto a
coger los trastos hace apenas dos meses. Un tiempo breve tras un largo periodo
de reflexión. “He necesitado unos años para mí, para reencontrarme, para
ilusionarme, para ver las cosas más claras”, señaló el castellonense en el
programa “Bou per la Vila” de Televisión de Castellón Mediterráneo, en el que
hizo pública su decisión.
“Cuando pasé la enfermedad
no tenía ganas de luchar. Lo que me movió a volver a los ruedos fue no tener
nada y tener una ilusión enorme de entrenar sin tener nada”. Una ilusión que se
traduce en una meta: la feria de la Magdalena 2017. “Mi idea es meter cabeza el
año que viene porque yo creo que he hecho méritos para torear en Magdalena. Como
matador de toros no he tenido la oportunidad de torear en feria y creo que me
lo merezco porque la última y única corrida de toros que he toreado en
Castellón fue de un toro, corté una oreja que pudieron ser dos y creo que merezco
estar”, incide el matador.
La corrida en el coso
de Pérez Galdós de la que habla fue la de la Beneficencia del año 2011. Su
siguiente paseíllo sería en Plasencia y a partir de ahí su vida dio un giro de
360 grados. “Fueron momentos muy duros. De estar toreando, que tenía con 7 u 8 fechas
por delante, estar bien en Castellón que era un trampolín para estar el año
siguiente en Magdalena, y que por cosas que pasan en la vida tengas que dejar
de torear”.
Un trasplante de médula
le salvó la vida pero ha necesitado un lustro para tener la firmeza de querer volver a vestirse de
luces tras una primera intentona. “Necesitaba un tiempo para mí, ordenar mi
cabeza, ordenar las ideas. Me aparté del mundo del toro y me dediqué a
encontrarme a mí mismo y se despertó el gusanillo, que eso no se va”, explicó
Lleonart.
Al 2016 le pide mucho
campo. “Este año lo encaro para prepararme en el campo. Si sale algo pues
bienvenido sea, tengo algo hablado con algunos profesionales”, señala mientras
pide una oportunidad para verse anunciado en su plaza. “Solo pido que me den
una oportunidad en Castellón. Llevo mucho pasado, sé lo que quiero, sé lo que
cuesta, estoy maduro como persona, estoy maduro como torero y yo soy bastante
maduro para que si me dan la oportunidad y yo no estoy bien saber que si me
tengo que ir a mi casa”.
Una reaparición en la
que, asegura, sorprendería al aficionado. “El fondo de lo que es el concepto de
mi toreo no ha cambiado. Siempre he hecho el torero que he sentido, largo, puro,
el de siempre, pero sí que se me va a ver con más reposo, más gusto,
disfrutando más de las cosas. De cara al aficionado sí que se llevarían una sorpresa
que me veo mucho más maduro y como torero he cogido más poso”.
Consciente de la
competencia existente en el escalafón y de los nuevos activos castellonenses, como
Vicente Soler o “Varea”, a Diego Lleonart no le importa la terna ni tampoco la
ganadería. En su cabeza solo hay una plaza y una feria: la de Castellón en
Magdalena. Una cita que podría llegar una década después de que hiciera
historia indultando a “Habilidoso”.
*La noticia en el Periódico Mediterráneo:
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