Todo depende de los ojos con los
que se mire. Ayer, en Onda, los aplausos al cierre de algunos animales de
Miguel Parejo compartían tiempo y espacio con el silencio de otra parte del graderío.
Los comentarios de “ha estado bien” se cruzaban con los de “no ha hecho nada” o el "no ha estado mal" del que no quiere mojarse.
El gusto es libre y de toros no saben ni las vacas. Eso dicen.
Abrió tarde “Ballestera” a las
18.00 horas, tocando algunos obstáculos sin más. A “Maldita” la segunda del
corro que desembarcó Parejo en la Pascua Taurina de Onda la trabajó “Guarda” en
el tablado, pasó por la pirámide y el camión, pero el mejor detalle lo dejó con
Toni Carrasco a la rodada, aguantándola al salir del embroque rodilla en
tierra.
El debate siguió abierto con “Rondallera”,
la estrella de la casa que no volvió a corrales sin tocar todos los elementos
colocados en la plaza, aunque no la incitaran a ello. Así sucedió en sus
numerosas subidas al tablado. Saltó la tijera en dos ocasiones con “Emiliano” al
otro lado, aunque lo más destacado fue la emparrada al cono. Se la pasó de
cerca Adrián, de Borriol, al quiebro. Tan cerca como la vieron en el callejón,
al que saltó poco después.
El toro “Sonajero” logró poner de
acuerdo a los aficionados con una actuación fría, aunque aún hacía buena
temperatura en el recinto taurino. Y así se anunció el descanso, que rompió tras la merienda “Rumbera”
casi a las 19.30 horas. La quinta de la tarde revolcó a Marín y fue trabajada
en el banco.
“Alegría” barrió tablas y
barrotes al tiempo que hizo dos subidas a la pirámide, pasó por el tablado y
saltó la tijera, aunque firmó lo mejor en el cono con una buena emparrada en la
que alcanzó a un joven, sin mayores consecuencias. Una ‘tourné que no imitó “Golondrina”,
la última reseñada para el Concurso Nacional de Ganaderías, que no tomó el
vuelo ayer. Tras cerrar chiqueros con un animal fuera del certamen siguieron
los corrillos. Ya saben, para gustos los colores.
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