Informa: Patricia Rodríguez
Es bonito pensar que podemos
volar, aunque estemos sentados en el sofá de nuestro salón. Siempre, eso sí, que
tras ese momento de evasión tengamos la capacidad de poner los pies en la
tierra. El ganado de La Paloma, al que tantas veces hemos visto en lo alto, se
quedó el sábado en la pista de aterrizaje. Un golpe de realidad en el VI
Concurso de Ganaderías Ciudad de Moncada organizado por la Peña Taurina San
Miguel.
Abrió plaza “Tendera”, número 13,
poco después de las 17.00 horas mientras el público llenaba el graderío. Embistió en los barrotes del recinto atendiendo
a los cites de los aficionados, pero se negó a tocar obstáculo más allá de
algún intento como en banco y cono. Apretó a César a la rodada, al que siguió
hasta la talanquera.
“Compañera”, la segunda de la
soleada tarde marcada con el número 11, no hizo ni el intento de tomar distancia
del suelo y lo único destacable de su actuación fue una rodada. Una actitud que
contrastó con la de “Morena”, número 16, que subió a tablado, pirámide y saltó
el banco por inercia. Como si llevara la lección aprendida y no tuviera más
remedio que reproducirla. Se llevó la primera ovación al emparrarse hasta en
cinco ocasiones seguidas con ganas al cono.
El toro “Calcetero”, con el
número 66, levantó el tablado con César en lo alto. Un obstáculo al que subió
en numerosas ocasiones; sin embargo, el detalle más destacado lo dejó en una de
las bajadas buscando al ‘rodaor’ que se había refugiado abajo. “Bailarina”,
número 29, el quinto animal en salir de chiqueros, marcó el paso del espectáculo
ofreciendo la mejor actuación. Apretó a César, que la trabajó rodeando el
tablado en varias vueltas, subió a pirámide y tablado y saltó el banco.
Estuvieron bien con ella a la rodada Sergio Mir y “Balta”.
Ambos rodadores también probaron
a “Lancera”, número 61, con recortes, quiebros y saltos. Tocó el cono y subió a
la pirámide con el cabestro ya a sus espaldas. Cerró el corro preparado por el
ganadero de Xaló “Salmonera”, número 30, que subió a la pirámide tras el “Oliva”,
de Onda, y se puso en lo alto del tablado hasta cinco veces. Lo mejor se vio en
la última bajada de la infraestructura, cuando se tiró directa a la pirámide
siguiendo al ‘rodaor’.
Volará de nuevo La Paloma, tiene
alas para ello aunque haya días que no se desplieguen. Y es que no debemos
permitir que nadie nos corte las alas, pero tampoco que nadie nos dirija el
vuelo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario