Informa: Patricia Rodríguez
Fotos: Javi Rivera (cerriles)/ Periódico Mediterráneo (Encierro)
La vida se mide en
kilómetros. Distancias que unen y separan. Que demuestran interés al recorrerlas. Todo lo contrario, por cierto, si no hacemos el esfuerzo de acortarlas. Almassora fue testigo ayer sábado de cómo los metros se multiplican y, a su vez, se restan para
ver un espectáculo taurino. Lo fue en la apertura de la feria taurina en honor a la
Mare de Déu del Roser, con tres toros cerriles en cartel.
Pasaban unos minutos de
la hora que registró Federico García Lorca como taurina, las cinco en punto de la tarde, cuando
salió el primer astado a la plaza Mayor. De Medina Sidonia procedía el de Cebada
Gago, que había causado gran expectación en papel. De hecho, a pesar de
adelantar los “bous per la vila” una hora antes de lo habitual, no cabía ni un
alma en el emblemático enclave. Culpa de ello tenía “Rastreador”.
El de las peñas El
Polp, El Bocao, Gamusinos, Pirula, La Jerga, El Declive, La Trieka, La Kliba y
La Discordia fue recibido por Julián Marín. Sin embargo, le salieron demasiados
pretendientes sobre la arena y lo sacaron a las calles, donde dio la cara. Más calmada fue su
lidia en La Picaora, donde dejó uno de los mejores detalles arrancándose de
largo a la chaqueta de Patricio.
“Almendro”, de la
ganadería Peñas Blancas, se solidarizó con los aficionados llegados de
diferentes puntos de la geografía y tiró de piernas por la Vila después de que
Raulillo lo saludara en puerta. Pocas calles se quedaron sin su presencia. Una circunstancia que agradecen los vecinos. Tan sólo Rafa Lorite pudo lucirse a la rodada
con el ejemplar financiado por El Barrilet, Els Penjats, El Racó y Els que
faltavem 1979 antes de volver a los corrales de Ca la Vila.
César Palacios estaba en su casa, en su plaza. Pies quietos. Y sobre un azulejo imaginario el recortador local templó al toro de Manuel Ángel Millares, de las peñas El Corb,
Clafidors, Tots Tancats, l’Embolic y La Tabarra, que salió en tercer lugar. Salida de romperse las palmas. “Avurtado”, también con mucha carretera a sus espaldas para llegar
a Almassora, respondió con nobleza a los rodaors que le pidieron pelea, como
Borja Gimeno en La Picaora o Cristian “El Pincho” en la plaza.
ENCIERRO Y DESENCIERRO //
Bien saben de hacer kilómetros y de horas de carretera los corredores de
encierros que ayer participaron en el encierro y “desencierro” de Germán Vidal
con el que Almassora inauguraba el serial. A las 11.00 horas, miles de
aficionados tomaron posiciones en el recorrido para guiar con sus riñones a los
ejemplares del ganadero de Cabanes, que recorrieron hermanados las calles San
Joaquín, Colón y San Vicente para desembocar en la zona de El Portal.
Diez
minutos después, los de Germán volvían a tomar las calles para hacer el
recorrido a la inversa. En esta ocasión, la manada fue más estirada,
registrándose momentos de peligro y varias caídas sin mayores consecuencias. La
coincidencia del evento con el encierro de cerriles de Les Alqueries,
programado para una hora y media después, propició una mayor asistencia de
aficionados llegados de toda parte de España. De hecho, esta circunstancia
también aumentó la participación en la primera entrada y prueba de vaquillas,
también del hierro de Germán, que se celebró a las 13.00 horas.
*La noticia en el Periódico Mediterráneo:
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