Patricia Rodríguez presentando el acto.
José Luis Algora y Sara Fructuoso durante la charla.
Miembros de la corporación municipal y aficionados durante el evento.
Algora junto a las periodistas Sara F. y Patricia R.
La alcaldesa y miembros de la JLF con el representante de Partido de Resina.
Informa: Patricia Rodríguez
Fotos: Ajuntament d'Almassora
"Sevilla
está donde tiene que estar, lo que está lejos es esto". Con la frase que
acuñó en su día Rafael "El Gallo" comenzó la charla de José Luis
Algora, representante de la ganadería Partido de Resina antes Pablo Romero, que
dejó por un día la dehesa de las marismas en la que que se crían sus toros para
participar en las II Jornades del Bou de Almassora, organizadas por la concejalía de Fiestas y la Junta Local de Fiestas (JLF) de la localidad.
“Prefiero
lidiar un toro en Almassora, donde hay 20.000 personas pendientes del toro y de
lo que hace el toro, que llevarlo a una plaza de toros donde hay 500 personas y
no le van a echar mayor importancia”, aseguró Algora ante los aficionados que
ocuparon las butacas del salón de actos de la Casa de la Cultura, donde puso en
valor los festejos populares.
“El ganadero cría un toro bravo
para que el aficionado disfrute del toro y de la expresión de su bravura, me da
igual que sea en la calle que sea en la plaza. En la calle hay más afición y
más pasión para ver ese toro que en una plaza”, incidió la cara visible de la
divisa celeste y blanca que habló de la importancia a nivel económico que supone para las
ganaderías. “El toro de la calle es un factor de sustentar mucho a todas las
ganaderías de España”, señaló durante el acto, que estuvo moderado por Sara
Fructuoso y presentado por Patricia Rodríguez.
En este sentido, aseguró que en
la actualidad “ya no hay ganaderos reticentes y todas las ganaderías echan
toros en las calles”. “El más reticente era el Conde de la Corte y la crisis le
ha obligado a venderlos”, apuntó. De hecho, en el caso de su hierro un 15-20%
de la camada se destina cada año al festejo popular. “Cuando un toro es bravo
se ve igual en la plaza que en la calle”. Si bien no se puede probar en la
muleta o en el caballo, apuntó Algora, "también se ve la prontitud, el galope,
la forma de ir una y otra vez cuando lo llaman, cuando le enseñan el trapo”.
Respecto a los encierros, en su
opinión “afectan positivamente” a la lidia posterior. “Después de un viaje que
hagan un recorrido me gusta, siempre que se haga bien. Luego salen con más
alegría, se han desestresado, se han desentumecido…”.
Veterinario de profesión, habló
de la mejora de la alimentación de los animales en los últimos años, lo que a su juicio ha
evitado problemas de cuernos, pezuñas, hígado, así como la falta de fuerza de los toros,
y también de la solicitud de asesoría veterinaria por parte de las ganaderías a
partir de los años 90. “Por eso se ha visto ese cambio”, incidió. Del mismo
modo, se mostró partidario de las fundas y explicó que con ellas se han evitado
bajas de los toros producidas por peleas y que se limaran y debilitaran los
cuernos al escarbar en la arena. “Ningún ganadero de los que enfunda hemos
visto nada a la hora de lidiar por haber tenido las fundas”.
Durante la hora larga en la que
duró la charla, el portavoz de los antiguos “pablorromeros” puso sobre la mesa
la desunión existente en el sector taurino. “Cada parte tiene un interés
distinto y opuesto”. En este sentido, abogó por la unión del mismo e hizo
referencia a la Fundación del toro de Lidia creada recientemente. “Tenemos que
hacer que se nos respete nuestra afición. Cada uno que haga lo que quiera pero
que nos dejen disfrutar de una afición y pasión de hace siglos”.
Respecto a las manifestaciones,
como la del 15F en Castellón o la prevista para el 13 de marzo en Valencia, las
calificó de positivas. “Es importante. Igual que los antis están manifestándose
todos los días con el beneplácito de la prensa, que se vea que también hay gente a
favor del toro y que lo quieren defender”. Algora lamentó que durante años no
se haya apostado por la difusión y promoción de la Tauromaquia. “Los
animalistas están calando y nosotros no hemos hecho nada y nos están ganado la
partida”.
En la actualidad, la ganadería de
Partido de Resina tiene 123 vacas madres y se encuentra “en un momento bueno”,
a pesar de los baches, reconoció su representante. “Estoy contento con los
resultados de los últimos cinco años”. Sin embargo, se refirió como un handicap el hecho
de que el público de las plazas “se guía más porque quiere ver a las figuras y
las figuras no quieren ver estos toros”. Por el contrario, aseguró, “en los
bous al carrer son más del agrado de los aficionados que las comerciales que
quieren las figuras. Nosotros estamos bien en el toro de la calle, a la gente
le gusta y disfruta, pero en la plaza nos cuesta defender las corridas”.
Asimismo, criticó que las
empresas acartelen a toreros sin oficio “con un toro más exigente que otras
ganaderías”. “Eso es muy difícil porque este toro necesita un torero que tenga
mucho oficio y que les pueda. Es la pescadilla que se muerde la cola. Si no hay
torero capacitado para sacar lo que lleva el toro dentro pues al final ni toro
ni torero. No vemos faenas”, lamentó.
Respecto al problema de la consanguinidad, Algora habló de la importancia de un estudio genético. “La
genética nos ayuda en ganaderías como la nuestra que es muy endogámica, que son
120 años sin entrar sangre de fuera ni tampoco ha salido a otra ganaderías; con
lo cual estamos en una gran desventaja con otras ganaderías que hay mucho de
ese encaste y en cualquier momento entre ellos van reponiendo”.
El futuro más reciente de Partido
de Resina está en las dos corridas reseñadas para la temporada 2016, “una para
Madrid y otra para una plaza de segunda”, así como dos novilladas “una para
Calasparra y otra para un pueblo para un encierro con novillos”. La charla
concluyó con preguntas por parte de los aficionados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario